¿Quien soy?

Lo publicado en este blog no es con la finalidad de expresar una serie de frases motivacionales, mi intención tampoco es creerme Paulo Coehlo, y aunque soy una fiel creyente de Dios y de que los milagros existen, no me creo la salvadora  del mundo para hacer una conversión de herejes al Cristianismo. Mi objetivo, querido lector, es contarles mi vida, el duro proceso que pasé para convertirme en una persona feliz y usted, tomará lo bueno o lo malo de las siguientes lecturas para su vida.

Han sido aproximadamente 3 años para llegar a la aceptación de la respuesta a la pregunta: ¿Quien soy? Soy una persona de 25 años, católica, nacida en la cd. de Chihuahua, con dos hermanas y tres hermanos, siendo yo la hija menor y claramente la consentida de mi papá, quien es médico ginecólogo y mi mamá ama de casa, con la real satisfacción de que no me alcanzan los dedos de la mano para contar a mis amigos. Sin lujos pero tampoco con carencias mis papás me dieron una vida muy feliz, siempre me consideré la persona más llena de vida, algarabía y para fortuna/desgracia para mis papás, maestros y amigos fui diagnosticada con hiperactividad lo que desembocó en una serie de vagancias en mi adolescencia; 

Mi nombre es María Fernanda, me pusieron María, en honor a la Virgen, (mis papás me inculcaron la devoción a la madre de Jesús) mientras que el Fernanda, según mi mamá en ese entonces había una novela en la cual la protagonista tenía ese nombre, lo cual no lo creo porque he buscado en wikipedia todas las novelas del año 1991 y en ninguna aparece una protagonista llamada "Fernanda", si hubiera sido ese el caso, mi madre me hubiera puesto "Lucerito" o "María Mercedes". A los cuatro años entré a un colegio católico, a esa misma edad conocí a mi mejor amiga, Sarita. A los cinco años protagonicé (con mis escasos dones artísticos)  una obra de teatro vestida de borreguito.

A los 13 le corté los dedos a mi amiga Yare por andar saltando con un cutter en la mano, mientras que a los 14 le cerré una puerta a mi amigo Diego y atravesó su cuerpo sobre la puerta de vidrio. A mis 15 años probé mi primera cerveza. A los 16 años, las monjitas del colegio le dijeron a mi mamá que era una niña muy vaga y que le recomendaban que me alejaran de mis amigas para serenar mi comportamiento;a esa misma edad me metieron a un colegio cristiano, a los 16 regresé a la escuela católica, y en la primera semana me pusieron un reporte por organizar a mis compañeros de tirar nuestras mochilas desde un tercer piso (fracaso el intento de ser una persona más tranquila). A los 16 y medio mi mamá me dio una cachetada por llegar a la casa a las 2am y haber tomado vodka. A los 17 me gradué de la preparatoria y lloré porque las monjitas no me dieron la medalla que le daban a los alumnos que habían cursado desde kinder a preparatorio (por el semestre que estuve en otra escuela.)

En esa edad mi papá me preguntó que quería estudiar, primero dije que medicina para darle el gusto a el, como era de esperar, no pasé el examen de admisión. Fue un semestre en el que medité que era lo que realmente quería hacer, enumeré las cosas para las que temía talento o que me gustaba hacer: 1. Me gustaba hacer reír a la gente, pero lamentablemente no existía una carrera profesional para eso. 2. Me gustaba cantar, pero además de que los demás opinaban que no lo hacía de una forma muy agraciada, mi amiga Liz ya había entrado al CEA de Televisa y no era mi intención hacerle competencia. 3. Me gustaba leer todos los periódicos y debatir con mi papá situaciones que adolecía México (era la época en que comenzaba la ola de violencia en Chihuahua). 4. Me gustaba salir con mis amigas y tomar (pero iba a tener que sacrificar esta afición por mi gran sueño). 5. Siempre he tenido una gran sensibilidad por los problemas de la gente.

Una tarde le dije a mi papá que quería estudiar ciencia política, pero que lo quería hacer en las mejores Universidades de México, en la UNAM o en la UAM, me quería ir a vivir a la cd. de México, y mi papá me dio su apoyo. Viaje con mi mamá a la cd. e hice los 2 exámenes; en la UNAM  me quedé a 10 puntos de ser admitida, mientras que en la UAM si fui aceptada.
Mi papá me pidió  que fuera una persona muy alerta, y que yo sabía diferenciar entre lo bueno y lo malo, me dio su confianza al dejarme ir sola a vivir, y puedo presumir que fui una estudiante completamente entregada con mi carrera. Me despertaba a las 4:40 am para salir de mi departamento a las 6am, caminar hacia la estación del metro, hacer un recorrido de 1hra y media, para pasar una jornada de 8 hrs en clases, hice grandes amigos los cuales me acompañaban de regreso a mi depa.

Hasta este momento, usted se habrá dado cuenta que era una joven la cual llevaba una vida completamente normal, pero ¿qué significa ser normal?, ¿acaso en este momento no soy normal? Les empezaré a contar sobre mi vida y lo que me hace ser una persona especial, pero eso, querido lector, se lo contaré en otra entrada del blog.