La graduación.

La historia del uso de la toga y birrete, se remonta a la Antigua Roma, en donde tal vestimenta, era utilizada como símbolo de rango entre los ciudadanos de la República; con el andar de los siglos, fue en la Universidad de Toulouse, en Francia, donde por primera vez se portó la toga como emblema de reconocimiento y grado de estudio; estos elementos, los utiliza el graduando en representación de haber alcanzado cierto grado académico. El pasado 02 de marzo, 6 egresados de la Facultad de Derecho, tuvimos el honor de usar la toga, el birrete  y una elegante estola dorada para tan importante acto académico

Mi primera graduación fue a los 5 años, como evento de fin de cursos mis compañeritos y yo, hicimos una actuación sublime en la obra de teatro "El lobo feroz", yo fui la estrella del espectaculo (o al menos eso me había dicho mi orgullosa madre).

De la graduación de primaria tengo el vago recuerdo de mi mamá regañarme en el carro por haberme lanzado junto con mis amigos a la alberca del salón donde había sido el festejo; el recuerdo de la graduación de secundaria es triste, aquel día, la madre coordinadora le planteó a mi mamá la idea de que me cambiaran de colegio por un semestre para serenar mi comportamiento,  ya que no había semana en que mi mamá no tuviera queja mía. Lo que mis maestros no comprendían es que yo había nacido siendo una persona inquieta, cual su único fin era alegrar la vida de los que me rodean. Después de cursar un semestre en Las Américas, volví para terminar mis estudios con mis amigos de toda una vida.

Salí de la preparatoria en el 2006, siendo una persona sumamente inmadura, con la errónea idea, de que la vida siempre iba a ser bondadosa conmigo. A mis 22 años, cuando me dieron el diagnostico de que tenía una enfermedad incurable, me di cuenta de que la vida a veces es cruel aún con personas buenas; hoy, a mis 26 años, tengo la certeza de que esta difícil prueba sirvió para darme cuenta de la fuerza que poseo. 

El pasado viernes, día de mi graduación ha sido la fecha en que más algarabía ha sentido mi corazón. Desde el 02 de enero, había comenzado mis terapias con el Dr. Galindo, ensayando como debía caminar el día de la celebración.

Ese día comenzó a las 06:00 a.m. para darme un largo baño, después me reuní con mi amiga Rubí para que me acompañara al salón de Pepe, lugar en donde iba a ser peinada y maquillada. Eran las 11:50 cuando entré de la mano de mi papá a la Facultad, vi a mi mamá sentada en las primeras filas, me acerqué a ella para darle un abrazo y me dijo: Va a venir Flor, no tarda en llegar. Después, me dispuse a sentarme en el lugar donde  la edecán me había indicado.

A las 12:30 comenzó la ceremonia, el Lic. Rivera Soto, director en turno, dirigió unas palabras, a nosotros los graduandos, y después mencionaron a Karla, Manuel, Elizabeth, para despues decir: María Fernanda Ramírez López, en ese momento traté de caminar lo mejor que pude, recordando las indicaciones que el Dr. Galindo me había dado, y los aplausos del público se hicieron sonar.   

Al finalizar la ceremonia, pasamos a tomarnos la foto grupal, y a lanzar birrete al aire.

Después se acercaron a mi, Dania y Luz a darme un ramo de flores, me abrazaron como acto de simbolizar la bonita amistad que forjamos en la Universidad,  prosiguió una felicitación de mi amiga de preparatoria, Paola. Recibí otro bello ramo de rosas de Ale, un regalo de la Directora del DIF, la maestra Laura, y vi las caras de orgullo de Ana y Daniela al felicitarme. Tambien, Rubi me dio un anillo que significó nuestra hermandad.

Por último, y lo más significativo para mi, fue el momento en que mi mamá se acercó a darme un abrazo y con lagrimas en sus ojos me dijo: Mi licenciada Fernanda.  Esas lagrimas significaron orgullo de que era su segunda hija (además de Flor), profesionista en la familia. Mi mamá supo que había valido la pena aferrarse a mi vida desde que nací, el dormir durante 4 meses en un sillón de hospital y el quitarme pensamientos suicidas para después mostrarme que la vida es muy bonita, y que aun y con una enfermedad, se puede alcanzar cualquier meta.

Mi mamá y yo.