Crónicas de mis 27 años.

A vísperas de mi cumpleaños número 27, he aceptado y comprendido todos los sucesos buenos y malos que la vida me ha presentado. He conocido la verdadera felicidad y he caído a lo más profundo de la tristeza, me he quebrado, pero hoy querido  lector, me encuentro entera; porque ¿qué seria la vida sin sus enigmáticos claroscuros?  los cuales nos llenan de sabiduría y experiencias.

Nací en el año 1991, más específicamente, un 22 de agosto. El momento de mi llegada a este mundo fue angustioso para mis papás ya que presenté un peso sumamente bajo aunado a una anemia que según palabras de mi pediatra "era poco probable" que yo llegara a sobrevivir, pero contra tal pronostico médico, sobreviví.
La fe y el deseo que tuvo mi mamá para tener a su Fernandita, la más pequeña de sus hijos hicieron que cada día y cada noche que ella dedicaba a cuidarme, se convirtieran en el milagro de mi vida. Fue por lo anterior, que en el momento que estuve estable de salud, mi mamá me llevó a la ciudad de México para agradecerle a la Virgen de Guadalupe en la Basílica, que me había permitido vivir.
Mi mamá y  yo en la central de autobuses rumbo a CDMX.

Fernandita totalmente sana.

El amor que me dieron mis papás, forjaron en mi la nobleza, los regaños que me atribuyeron, hicieron de mi una persona con valores,  y finalmente decidieron darme el libre albedrío  de mi personalidad llena de algarabía y del constante deseo de hacer  travesuras, cuando mi mamá dejó de esperarme en la casa con una cuchara de palo en mano, regañandome porque las madres del colegio le hablaban para darle quejas mías, ya que comprendió que jamás dejaría de ser una niña vaga.
Mi adolescencia trascendió con la inquietud de querer vivir con más independencia, fue por eso que decidí irme a estudiar a CDMX en donde radiqué por un periodo de 3 años, pero la nostalgia de saberme lejos de mis padres, hizo que regresara a una ciudad más cercana de Parral. así que decidí irme a estudiar derecho a Chihuahua.

Si usted, querido lector,  ha seguido mi blog, sabrá que un par de años después de iniciar mi licenciatura, empecé con complicaciones para caminar y hablar, ligado lo anterior a cuadros de depresión y temblores en mi cuerpo. Sabrá que duré cuatro  meses internada en el hospital.  Sabrá que fui diagnosticada con la rara enfermedad de Wilson. Sabrá que debido a mi condición física, decidí dejar de estudiar. Sabrá que tuve ideas suicidio. Sabrá que lloré y le reclamé a Dios el ¿por qué a mi me había mandado esa enfermedad? Sabrá que duré un año y medio encerrada en mi  casa con depresión.

Cito a Willian Shakespeare, quien alguna vez escribió:  No está en las estrellas mantener nuestro destino, sino en nosotros mismos.  Era mi decisión si quería vivir lamentándome por una enfermedad  o enfrentar la vida con alegría; opté por la segunda opción, y descubrí que la vida es bonita, cuando tu le sonríes a ella.
Hoy, querido lector, a mis 27 años, le puedo decir con total franqueza que soy una persona feliz, que hay mínimos momentos en los que lloro por añorar la salud que gozaba antes de Wilson. Pero en nosotros radica el deseo de querer superar cada obstáculo, y como lo he manifestado en diversas ocasiones: Dios nos da la fortaleza necesaria para enfrentar la vida con absoluta entereza.
¿Qué sigue en mi vida? Eso querido lector, se lo contaré en otra entrada del blog.

Festejo de mi cumpleaños no. 26 con compañeros y amigos del DIF.


Comentarios

  1. Hola ! Busco ayuda !
    Soy de México. Apenas en octubre de 2022 diagnosticaron a mi hijo con Wilson ! Éste es mi cel : 5537267415
    Te he tratado de contactar en mensaje de face ! Ojalá me contactes !

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