Fernanda ¿sin Wilson?


Con aprecio, fuerza y gratitud
a la Dra. Gloria Gonzalez
Investigadora de la Universidad de Navarra (España)

Supongo que eran las 10:00 p.m., a decir verdad, no lo recuerdo. Mi neurólogo iba cada noche a pasar visita a sus pacientes alrededor de la hora antes citada. Por lo general, la visita de familiares y amigos terminaba a las 7:00p.m; esa regla aplicaba para todo paciente, excepto para mi, quien había logrado robarle el corazón  a la supervisora del hospital y permitía que mis amigos se fueran hasta tarde de mi habitación. Una noche, entró el Dr. Bazaldua a mi cuarto, y todos salieron, todos excepto mi mamá, se paró enseguida de mi cama y me dijo: hemos encontrado su diagnostico, tiene la enfermedad de Wilson y yo seré su médico toda la vida, ya que su enfermedad es incurable.

Después de cuatro meses de presunciones equivocas, fui diagnosticada con la enfermedad de Wilson. Me tuvieron días consumiendo arroz blanco y agua,  ya que casi todos los alimentos contenían cobre y el medicamento que iba a funcionar como quelante, lo tenían que traer del extranjero. La enfermedad de Wilson, poco a poco me fue consumiendo, hasta dejarme en el estado que usted, querido lector, ha visto. Pasé de ser una joven alegre y agradecida con Dios  a ser alguien enojada con Él, a sentir que yo no merecía pasar por eso, ni yo, ni mi mamá, quien aún  y con su avanzada edad y la artritis, me cuidó con un amor aún incompresible para mi.

Al salir del hospital, yo me sentía desorientada acerca de mi situación. Salí del hospital un 20 de diciembre sin imaginar lo doloroso (emocionalmente), que me iba a resultar tener Wilson. Sabe Dios, como le hecho para sobrellevar esta díficil prueba. El hecho de poder volver a caminar por mi sola, hizo que decidiera retomar mi carrera universitaria, y hoy, estoy a escasos 3 meses de convertirme en Licenciada en Derecho.

Hace aproximadamente un mes, me encontraba navegando por internet y encontré una noticia médica sobre Wilson, al leerla no entendí ya que usaban demasiados términos médicos, hasta que mi papá me explicó lo que a continuación le narraré.

Atravesando el océano Atlántico, pasando por Portugal, para finalmente aterrizar en España, específicamente en la península ibérica, se encuentra Navarra. Como cuasi abogada que soy, me pareció interesante aventurarme en la historia de esa comunidad y saber la influencia que Tito Livio y Pompeyo (derecho romano). tuvieron en Navarra.

Para mi. la felicidad es imaginar una imponente estructura (la Universidad de Navarra), rodeada de verdes prados; también imagino un gran laboratorio  de paredes blancas en donde hay pipetas, probetas y tubos de ensayos. Ahí, se encuentra una caja con varios ratoncitos, los cuales han sido curados de la enfermedad de Wilson por medio de terapia genica.
Usted, querida Doctora, me escribió en el último correo: "Un fuerte abrazo y mucho ánimo"; el fuerte abrazo espero dárselo cuando mi papá me lleve a España a conocerla, el animo, usted me lo ha regalado con una luz en mi enfermedad; de convertir a Wilson de enfermedad incurable, a potencialmente curable.
Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han diseñado u

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/3038186/0/cientificos-cima-universidad-navarra-disenan-prometedor-tratamiento-para-enfermedad-wilson/#xtor=AD-15&xts=467263

Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han diseñado u

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