La primera generación de Derecho.
El hecho de volver a retomar la carrera de derecho, fue una decisión difícil. Llevaba un año y medio aislada de la sociedad, en depresión por tan fuerte suceso que había sufrido; me encontraba bajo tratamiento psiquiátrico, medicada con clonazepam, el cual solo producía un efecto de sedación en mi. En contra de mi voluntad, mis papás tomaron la decisión de mandarme a la CDMX con mi hermana, para buscar mejoría física. Fui ingresada al INR (Instituto Nacional de Rehabilitación), y en ese lapso logré volver a realizar tareas que me hacían autosuficiente: caminar, comer, bañarme, vestirme; sin la ayuda de nadie.
Querido lector, queridos amigos y compañeros de la facultad de Derecho Parral que cursan el 10mo semestre, la semana que entra, serán sus últimas clases como estudiantes, es por eso que esta entrada va dedicada a ustedes; porque cada persona que he venido mencionando en cada escrito, me ha ayudado más que mi psiquiatra o que una pastilla de clonazepam.
Wilson llegó cuando estaba por finalizar el 4to semestre en Chihuahua, saliendo del hospital ya no tenía aspiración alguna por la vida, en múltiples ocasiones pensé en el suicidio, y es en esa parte de mi vida en donde tengo la firme convicción, de que los milagros sí existen; pero esa parte, no se la contaré en mi blog, si no ¿qué chiste tendría el que compre mi libro?
Después de regresar de CDMX, le dije a mi papá que iba a retomar la carrera de Derecho, pero debido a que necesitaba cuidados médicos y alimenticios, mis padres y yo tomamos la decisión de que sería en el campus Parral. Acudí con el M.D. Júpiter Quiñones (quien seguramente no estará leyendo esto, pero le agradezco cada atención que tuvo conmigo), realizó los trámites necesarios para mi cambio; y así fue como el lunes 26 de enero del 2015 pisé por 1ra vez mi querido campus Parral.
Recuerdo que el primer día de clases, estaba sumamente nerviosa, me senté en la primera banca y entró el magistrado Acosta a darnos clase y en lo único que pensaba era en: ¿si se burlan de mi? ¿como le voy a hacer para socializar? ¿y si no les caigo bien?; terminando la clase, respiré profundamente, me paré y me acerqué a una compañera para enseñarle algo que había escrito en el celular: "Hola, me llamo Fernanda, voy a estar tomando clases con ustedes, no puedo hablar porque tengo una enfermedad neurológica"; y ahí me di cuenta de que el que karma sí existe, yo, que durante mi vida había sido una persona buena y noble, tuve la fortuna de conocer a personas buenas y nobles. Tania (jefa de grupo), me introdujo al grupo rápidamente y al final del día, todo el salón nos fuimos a cenar taquitos de tripitas (Elizabeth me pichó la orden argumentando que era mi bienvenida. )
Mi amistad con los de 10mo, empezó en un viaje que hicimos al Congreso del Estado con la Lic. Avril (por eso es tan querida, por ser cercana a nosotros, hacer sus clases dinámicas e interactivas). En el mencionado viaje, conocí a mi querido amigo Eduardo, porque me ayudaba a cargar mi mochila; después Fer y Amanda (a quienes ya conocía del Instituto Parralense), me presentaron a Ariana, Andrea y Marysol. Después, me integré al grupo de politica estudiantil Frater, y ahí conocí a Jennifer, Mary, Adán, Anahi y Héctor. Pero el siguiente semestre, sin duda alguna fue el mejor, por 2 razones: conocer a la Lic. Maribel y conocer a Yamari.
Yamari tiene un lugar especial para mi; verla a ella me llena de nostalgia. Así como es ella, que nadie la calla en clase, que alega por todo, risueña, así era yo. Te agradezco Yamari, que jamás me dejaste sola cuando peor me sentía, te agradezco el que siempre me ayudaste, y así como yo soy una guerrera, tu tambien lo eres.
Voy a extrañar el toparme con Edén en los pasillos y que me diga: que rollo Fer, ¿como andas?, voy a extrañar las elocuencias de Jorge en clase, o molestar a Dani con que vaya al gimnasio. Tambien voy a extrañar, el juntarme en derecho étnico con Ana, Eli y Yarizdy y que el Lic. nunca nos de puntos extra.
Nunca recibí una burla o una mala cara, al contrario, siempre me incluyeron y ayudaron. Ustedes no saben lo que ha significado para mi recuperación el haber vuelto a estudiar, y más, el conocer a personas tan maravillosas. Cuando los necesité, estuvieron para mi, no duden que cuando me necesiten, estaré para uds.
P.d. Coordinador, si está leyendo esto, opino que deberían de hacer la ceremonia de graduación en El Casino, ellos merecen eso y más (no se crea, es broma); pero la ceremonia de nosotros, 2da generación de campus Parral, sí debería ser en El Casino (eso no es broma).
Querido lector, queridos amigos y compañeros de la facultad de Derecho Parral que cursan el 10mo semestre, la semana que entra, serán sus últimas clases como estudiantes, es por eso que esta entrada va dedicada a ustedes; porque cada persona que he venido mencionando en cada escrito, me ha ayudado más que mi psiquiatra o que una pastilla de clonazepam.
Wilson llegó cuando estaba por finalizar el 4to semestre en Chihuahua, saliendo del hospital ya no tenía aspiración alguna por la vida, en múltiples ocasiones pensé en el suicidio, y es en esa parte de mi vida en donde tengo la firme convicción, de que los milagros sí existen; pero esa parte, no se la contaré en mi blog, si no ¿qué chiste tendría el que compre mi libro?
Después de regresar de CDMX, le dije a mi papá que iba a retomar la carrera de Derecho, pero debido a que necesitaba cuidados médicos y alimenticios, mis padres y yo tomamos la decisión de que sería en el campus Parral. Acudí con el M.D. Júpiter Quiñones (quien seguramente no estará leyendo esto, pero le agradezco cada atención que tuvo conmigo), realizó los trámites necesarios para mi cambio; y así fue como el lunes 26 de enero del 2015 pisé por 1ra vez mi querido campus Parral.
Mi amistad con los de 10mo, empezó en un viaje que hicimos al Congreso del Estado con la Lic. Avril (por eso es tan querida, por ser cercana a nosotros, hacer sus clases dinámicas e interactivas). En el mencionado viaje, conocí a mi querido amigo Eduardo, porque me ayudaba a cargar mi mochila; después Fer y Amanda (a quienes ya conocía del Instituto Parralense), me presentaron a Ariana, Andrea y Marysol. Después, me integré al grupo de politica estudiantil Frater, y ahí conocí a Jennifer, Mary, Adán, Anahi y Héctor. Pero el siguiente semestre, sin duda alguna fue el mejor, por 2 razones: conocer a la Lic. Maribel y conocer a Yamari.
Yamari tiene un lugar especial para mi; verla a ella me llena de nostalgia. Así como es ella, que nadie la calla en clase, que alega por todo, risueña, así era yo. Te agradezco Yamari, que jamás me dejaste sola cuando peor me sentía, te agradezco el que siempre me ayudaste, y así como yo soy una guerrera, tu tambien lo eres.
Voy a extrañar el toparme con Edén en los pasillos y que me diga: que rollo Fer, ¿como andas?, voy a extrañar las elocuencias de Jorge en clase, o molestar a Dani con que vaya al gimnasio. Tambien voy a extrañar, el juntarme en derecho étnico con Ana, Eli y Yarizdy y que el Lic. nunca nos de puntos extra.
Nunca recibí una burla o una mala cara, al contrario, siempre me incluyeron y ayudaron. Ustedes no saben lo que ha significado para mi recuperación el haber vuelto a estudiar, y más, el conocer a personas tan maravillosas. Cuando los necesité, estuvieron para mi, no duden que cuando me necesiten, estaré para uds.
Yamari, Ozaeta, cuates, Danibriones, Paola, Fer, Eden, Emma, Ariana, Andrea, Hector, Jennifer, Eli, Anahi, jorge, Fabiola, Cynthia, kike, lisette, amanda, brayan,paulina, ana, jaKy, rebeca, Laura, Adan, Leslye,Karen,Jazmin,Mary, Dani, marysol, Noemy, Urbina, Armando.
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